30 de septiembre de 2009

Luna Nueva


En esta segunda entrega, la autora retoma los personajes presentados en "Crepúsculo"; es decir, Bella y Edward, la
adolescente y el vampiro. Si embargo esta vez, si bien sigue la cronología de los hechos, va más allá incorporando nuevos personajes y llevando al centro de la acción a otros que en el primer libro habían aparecido apenas esbozados.
Aunque Bella y Edward han logrado seguir adelante con su peculiar relación, un incidente aislado y que en circunstancias normales no hubiera traido aparejado mas que una simple anècdota, desencadena una serie de eventos que amenaza la vida de ambos protagonistas.
Todo ocurre el día del cumpleaños de Bella, una fecha que a la chica le recuerda su mortalidad y la pone de un humor poco inclinado al festejo, cuando en la fiesta organizada por la familia Cullen, la cumpleañera se corta un dedo con el papel que envuelve unos de sus regalos. Una sencilla herida, pero con la fuerza suficiente para derramar unas gotas de sangre que, indiscretas, insisten en aparecer en una casa plagada de vampiros...
De ahí en mas, la relación de Bella y su príncipe oscuro, entrará en una crisis que que no sólo causará estragos en la vida de ambos y su entorno, si no que dará lugar al surgimiento de una nueva amistad entre Bella y Jacob, el chico de la reserva indígena. Pero, naturalmente, las cosas nunca son tan fáciles para Bella ya que su nuevo enamorado también esconde un secreto que lo convertirá en un rival de gran valía para Edward, aunque no sólo pelearán por el amor de la chica...
Meyer nos transporta magistralmente una vez más a un pueblo que pasa de ser un lugar común y silvestre, a convertirse en la cuna de criaturas tan fantásticas como humanas. Y nos deja abierta la puerta para esperar con ansias la llegada del tercer libro de esta serie: "Eclipse".

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